sábado, 30 de julio de 2011

Bienvenidos a Agua y Medio Ambiente


Necesidad de gestionar bien los recursos hídricos
Desde los orígenes, la civilización ha asentado los núcleos poblacionales entorno a acuíferos, lagos, ríos, manantiales etc. con los que se pudiera abastecer a sus habitantes del agua necesaria para su supervivencia. Los acueductos romanos surgieron gracias a la unidad política del Imperio Romano y una situación económica propicia que permitieron un desarrollo urbano, trasportando el agua allí donde hiciera falta en lugar de mover las poblaciones.
En los últimos años, se han dado un cúmulo de despropósitos y aquellos que debían velar por correcta administración no han contribuido a desarrollo. En primer lugar, la derogación del trasvase del Ebro, para su posterior ejecución parcial del llamado mini-trasvase del Ebro. Negando y renegando por el gobierno socialista de José Luís Rodríguez Zapatero que fuera un trasvase. En segundo lugar, la modificación en 2005 del trasvase Júcar-Vinalopó de su trazado original de 2001, por la entonces Ministra socialista Cristina Norbona.1
Con el trasvase Júcar-Vinalopó terminado según el segundo trazado, cual es la sorpresa al percatarse que la carga bacteriana de coliformes es de 490.000 unidades/100 mL.2 No siendo apta no sólo para el consumo humano sino tampoco para el uso agrícola. Obviamente, no sólo los parámetros mircobiológicos no se cumplen, sino que con toda seguridad el carbono orgánico total será elevado y desinfección del agua dará lugar a una elevada concentración de subproductos de la desinfección como los trihalomentanos.3 Por no entrar en otros parámetros físico-químicos que probablemente presenten valores no idóneos para su uso, como elevada salinidad o elevada concentración de nitratos para el consumo humano. Además de la calidad, se debe mencionar adicionalmente que el agua debe ser trasportada desde un nivel próximo al nivel del mar a otro a mayor altitud, con el coste energético que supone y su repercusión en el precio final. Este resultado era innegable no ahora sino en el primer momento de la modificación del trazado, puesto que tanto la salinidad como la elevada presencia de microorganismos no era ningún secreto. Como resultado el agua que se ofrece es de muy mala calidad y a un precio no asequible para el uso agrícola.
Además de la derogación del trasvase del Ebro, se propuso como alternativa por el gobierno socialista la construcción de desaladoras. Sin embargo, la medida no fue acertada tampoco, puesto que con las reiteradas subidas de la electricidad, no es factible para consumo humano sino que se hace inviable también para su uso agrícola.
Por todo ello, la diputada del Partido Popular Enriqueta Seller ha presentado una proposición no de ley en el Congreso en la que insta al Gobierno a garantizar “agua de calidad y a un precio razonable” a los regantes del interior de Alicante.4
En la actualidad y en el futuro el agua seguirá siendo uno de los mayores problemas a resolver, para lo que la sociedad deberá permanecer unida y consensuar decisiones referentes a la gestión hídrica.
Iván Román
Licenciado en Química
Diploma de Estudios Avanzados