domingo, 18 de septiembre de 2011

El Puente de Hierro de Monóvar

El montaje de este puente sobre el río Vinalopó, (que en este tramo es denominado Rambla de Novelda), se realizó el 9 de diciembre de 1857 y fue objeto de un extenso artículo, publicado por Eusebio Page en la Revista de Obras Públicas con motivo de los trabajos de colocación de su viga de alma llena. En él se comenta que el ingeniero Ángel Retortillo Imbretchs no elevó la viga mediante grúas, ni utilizó apoyos intermedios como era el sistema habitual, sino que lo montó por deslizamiento, sistema sencillo, económico y rápido en su ejecución. En la descripción de E. Page no faltan comentarios a las reticencias de los ingenieros franceses para llevar a cabo esta operación, reflejando la difícil relación y clara competencia entre los ingenieros franceses y los ingenieros españoles, verdaderos directores de las obras de construcción. 

   La segunda etapa del puente, se inicia en 1902, cuando tras la aprobación de la “Instrucción para redactar proyectos de puentes metálicos”, la Compañía MZA realizó pruebas de resistencia y carga en todos sus puentes metálicos, decidiendo en cada caso su refuerzo o sustitución. La sustitución del antiguo tramo metálico y el proyecto del nuevo fue realizada por el ingeniero jefe de vía y obras de la Compañía D. Muguruza el 5 de junio de 1916 y aprobado por R.O. de 19 de junio del mismo año. En 1917 la viga de alma llena sobre la Rambla de Novelda era sustituida por una nueva viga de acero del sistema Pratt. Como era bastante habitual, los antiguos estribos se mantuvieron tras su estudio, análisis y consolidación de la obra. Las pruebas de resistencia sobre el nuevo tramo de 32’45 metros de luz se realizaron el 13 de octubre de 1917.

   En las primeras décadas del siglo XX fueron sustituidos todos los tramos metálicos de esta línea ferroviaria por vigas articuladas del sistema Pratt, una de las más usadas para puentes de ferrocarril en aquel periodo. El gran número de puentes realizados en las líneas férreas españolas con este sistema confirma totalmente este hecho. Hasta hace algunos años existían otros puentes similares sobre el Vinalopó; en Villena o en Elda, pero en la actualidad el único que se conserva de los tres como ejemplo de aquellas nuevas vigas articuladas es el de Monóvar, representativo de la segunda generación de puentes ferroviarios, del paso tecnológico del hierro al acero y del uso de vigas reticuladas o de alma llena a las modernas vigas articuladas, tipo Pratt, Howe, Warren, entre otras.