Entrevista a Alfredo Sogorb en la bodega monovera Santa Catalina
—Los agricultores adelantaron dos semanas la recolección de la uva de vinificación porque las altas temperaturas de agosto aceleraron la maduración en los campos de Monóvar, Pinoso, Villena y Sax.
—Bajan los excedentes y sube el precio, pero los productores aseguran que todavía están a un 50% de conseguir que sus viñas sean "mínimamente" rentables
La vendimia de este año se ha adelantado dos semanas por las altas temperaturas de agosto y la ausencia de lluvias en primavera. Es la cosecha más precoz de la última década pero no por ello la de menor calidad. Todo lo contrario. Los enólogos del Alto y Medio Vinalopó ya hablan de una cosecha de "condiciones óptimas" tanto en el grado de alcohol como en la composición aromática del preciado fruto. Sólo se refieren a un aspecto negativo. La producción será entre un 15 y un 20% inferior a la del año pasado. Rondará por debajo de los 25 millones de kilos aunque el precio va a experimentar, previsiblemente, un aumento de cinco céntimos por kilo respecto al del ejercicio anterior.
—Bajan los excedentes y sube el precio, pero los productores aseguran que todavía están a un 50% de conseguir que sus viñas sean "mínimamente" rentables
La vendimia de este año se ha adelantado dos semanas por las altas temperaturas de agosto y la ausencia de lluvias en primavera. Es la cosecha más precoz de la última década pero no por ello la de menor calidad. Todo lo contrario. Los enólogos del Alto y Medio Vinalopó ya hablan de una cosecha de "condiciones óptimas" tanto en el grado de alcohol como en la composición aromática del preciado fruto. Sólo se refieren a un aspecto negativo. La producción será entre un 15 y un 20% inferior a la del año pasado. Rondará por debajo de los 25 millones de kilos aunque el precio va a experimentar, previsiblemente, un aumento de cinco céntimos por kilo respecto al del ejercicio anterior.
En agosto se han registrado en las comarcas vinateras del interior de la provincia un aumento medio de dos grados y el termómetro apenas ha bajado de los 35 grados en las horas de mayor radiación solar. La tendencia continuó en septiembre situándose la temperatura medida en 33 grados. Las noches también han sido más cálidas de lo habitual y todo ello ha acelerado el proceso en el que el fruto llega al momento idóneo para ser recolectado. Un fenómeno que ha influido por igual en todas las variedades plantadas en la zona ofreciendo, de este modo, imágenes tan inusuales como la llegada a las bodegas de los primeros tractores cargados con uva Monastrell, que es la especialidad con la que se elabora el preciado Fondillón y que, en condiciones normales, se comienza a cortar en los viñedos en la primera quincena de octubre. Otro tanto ha ocurrido con la Merlot, que se suele cosechar en la segunda semana de septiembre y este año se ha adelantado a finales de agosto. Son sólo dos ejemplos pero hay muchos más aunque las condiciones climatológicas que han propiciado este fenómeno también han sido favorables para la vendimia mecanizada, tanto diurna como nocturna. Algo que es posible por la progresiva transformación de las viejas viñas en formación de vaso, que sólo permiten la vendimia manual, a las nuevas en espaldera que ya alcanzan el 60% de la superficie total del viñedo.
Las elevadas existencias o stock de vino a granel que años atrás hicieron bajar los precios por la ley de la oferta y la demanda se han agotando. El mercado ha ido consumiendo de forma lenta pero constante los excedentes de las cosechas anteriores y los grandes vinateros (muchos de ellos procedentes de Italia) están demandando ahora más vino español por su elevada calidad y sus bajos precios.
Las elevadas existencias o stock de vino a granel que años atrás hicieron bajar los precios por la ley de la oferta y la demanda se han agotando. El mercado ha ido consumiendo de forma lenta pero constante los excedentes de las cosechas anteriores y los grandes vinateros (muchos de ellos procedentes de Italia) están demandando ahora más vino español por su elevada calidad y sus bajos precios.
"Una buena noticia para el conjunto de los productores de la comarca (decía ayer Alfredo Sogorb desde la bodega cooperativa Santa Catalina del Mañán) ya que ello va a suponer para esta campaña una subida de, al menos, cinco céntimos por kilo de uva respecto al año anterior. Aún así el campo sigue siendo una ruina porque el kilo de uva recogida se paga ahora a 14 céntimos, y para que el agricultor obtenga una mínima rentabilidad debería llegar a los 30 céntimos por kilo como mínimo".
La única opción que le queda al vinícola es alargar su calendario laboral con jornadas de sol a sol, incluidos fines de semana y festivos, y echar mano del entorno familiar para poder vendimiar, por ejemplo, sin que todos los costes de producción se vayan en la mano de obra. Una circunstancia negativa en materia de empleo porque esta causando un notable descenso en la contratación de jornaleros.