lunes, 28 de febrero de 2011

DEMETRIO MALLEBRERA

Para los mayores la ciudad se ha vuelto insegura hasta que acabemos por acostumbrarnos.

Cuando éramos pequeños nos decían nuestros padres o preceptores que si no teníamos nada que esconder ni arrastrábamos complejos debíamos ir por la vida con la cabeza bien alta, signo de dignidad; ahora, ya mayorcitos nos lo vuelven a decir, pero lo hacen nuestros hijos con el argumento cambiado: es para que la testa vaya tiesa y no se recargue la espalda, dado que los huesos tienden a doblarse inclinando el cuello que se acomoda en el espinazo, además de ser un símbolo de nobleza, propio de la edad. Artículo completo...